Reglamento General de Legislación Alimentaria: fundamentos y cumplimiento en la UE

El Reglamento General de Legislación Alimentaria (CE 178/2002) establece la base de la seguridad alimentaria en Europa, reforzado por las normas sobre aditivos (1333/2008) y controles oficiales (625/2017). Cumplirlo exige trazabilidad, transparencia y gestión documental precisa, que hoy puede automatizarse con tecnología.
marco legal de la seguridad alimentaria europea

El Reglamento (CE) nº 178/2002, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 28 de enero de 2002, establece los principios generales de la legislación alimentaria europea. Este texto, conocido como General Food Law (GFL), fija las bases para garantizar alimentos seguros, trazables y correctamente informados en toda la Unión Europea.

Además, sirve de marco jurídico para reglamentos específicos como el Reglamento (CE) nº 1333/2008 sobre aditivos alimentarios y el Reglamento (UE) nº 625/2017 sobre controles oficiales, pilares esenciales en la seguridad y transparencia de la cadena alimentaria.

Reglamento (CE) 178/2002: base de la seguridad alimentaria

El Reglamento General de Legislación Alimentaria define las responsabilidades y obligaciones que deben cumplir todos los operadores del sector alimentario y de piensos. Sus principios clave son:

  • Seguridad ante todo: ningún alimento puede comercializarse si no es seguro para el consumo.
  • Trazabilidad total: los operadores deben registrar el origen y destino de cada producto o ingrediente (artículo 18).
  • Responsabilidad empresarial directa: cada empresa es responsable de la seguridad de sus productos.
  • Evaluación científica del riesgo: las decisiones deben basarse en la evidencia y en los dictámenes de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
  • Transparencia y comunicación del riesgo: la información sobre seguridad alimentaria debe ser pública y accesible.

El Reglamento (UE) 2019/1381, en vigor desde 2021, refuerza este marco, mejorando la transparencia en la evaluación de riesgos y aumentando la confianza del consumidor en el sistema alimentario europeo.

Reglamento (CE) 1333/2008: control y uso de aditivos alimentarios

El Reglamento (CE) nº 1333/2008, aprobado el 16 de diciembre de 2008, regula los aditivos alimentarios autorizados en la UE. Reemplaza las antiguas directivas nacionales y crea un sistema unificado y armonizado.

Sus puntos clave:

  • Lista única europea de aditivos, actualizada periódicamente por la Comisión Europea.
  • Los aditivos deben ser seguros, tecnológicamente necesarios y no inducir a error al consumidor.
  • Establece un sistema de etiquetado normalizado mediante números E (por ejemplo, E100, E202).
  • Introduce un proceso de reevaluación científica continua, coordinado por la EFSA.

El Reglamento (UE) 231/2012 complementa al 1333/2008 al definir las especificaciones de pureza, composición y criterios técnicos de cada aditivo aprobado.

Reglamento (UE) 625/2017: controles oficiales en la cadena alimentaria

El Reglamento (UE) nº 625/2017, del 15 de marzo de 2017, unifica y moderniza los controles oficiales realizados por los Estados miembros en toda la cadena agroalimentaria.

Entró en aplicación completa el 14 de diciembre de 2019, sustituyendo al Reglamento (CE) nº 882/2004. Su finalidad es garantizar que los alimentos y piensos comercializados en la UE cumplen con los estándares más altos de seguridad y calidad.

Aspectos destacados:

  • Controles basados en el riesgo: prioriza inspecciones en operadores con mayor probabilidad de incumplimiento.
  • Digitalización de la trazabilidad: promueve el uso de certificados electrónicos y registros digitales.
  • Cooperación entre autoridades: refuerza la red de laboratorios de referencia y la coordinación transfronteriza.
  • Cobertura total: se aplica a alimentos, piensos, sanidad vegetal, bienestar animal y comercio exterior.

Cumplimiento digital y automatización documental

Cumplir con los Reglamentos 178/2002, 1333/2008 y 625/2017 requiere una gestión documental rigurosa y trazabilidad en tiempo real. Los controles oficiales exigen evidencia verificable y accesible ante cualquier auditoría.

La plataforma Code Contract, a través de su solución Trackline, permite:

  • Automatizar la recopilación y validación de documentos requeridos por las autoridades.
  • Centralizar expedientes por proveedor, producto o proceso, garantizando trazabilidad conforme al artículo 18 del Reglamento 178/2002.
  • Proteger la información mediante tecnología blockchain, con validez legal y evidencias digitales certificadas.
  • Reducir errores humanos y tiempos de respuesta, cumpliendo de forma continua con los reglamentos europeos.

Gracias a la automatización, las empresas pueden demostrar cumplimiento normativo en segundos, facilitar auditorías y optimizar sus procesos sin depender de hojas de cálculo o correos dispersos.

El Reglamento General de Legislación Alimentaria y sus normas derivadas consolidan un sistema europeo de seguridad alimentaria basado en la ciencia, la transparencia y la responsabilidad empresarial.

Digitalizar los procesos y controles documentales no solo simplifica el cumplimiento, sino que también refuerza la confianza del consumidor y mejora la competitividad internacional.

Con herramientas como Code Contract y Trackline, las empresas del sector alimentario pueden garantizar el cumplimiento legal, asegurar la trazabilidad total y prepararse para auditorías sin esfuerzo, alineándose con la normativa más exigente de la Unión Europea.