Esta semana charlando con los amigos de EducaCripto nos dimos cuenta de que aunque hay usos de Blockchain que en el equipo tenemos interiorizados, muchos aún son desconocidos para el público en general. Y eso nos hacer llegar a la conclusión de que todavía caemos en el error de asumir conceptos que pese a resultarnos básicos no tienen por qué saberse.

Puede parecer baladí pero al dar por sentado neologismos técnicos fuera de contexto y sin ejemplos claros lían la manta hasta del propio creador. Está claro que la novedad atrae pero si no entiendes que te venden ¿quién va a comprar un “cacharro molón” si no sabes para que sirve? Nuestro “cacharro molón” es Blockchain y es el valor añadido de la empresa aunque últimamente no goce de buena fama entre el público.

 

https://cointelegraph.com/news/will-blockchain-technology-be-used-to-build-evil-social-credit-systems

 

 

Divulgar, explicar y por favor… no polemizar

La disrupción irremediablemente tiene que pasar por la casilla del escándalo. El campo de la innovación va tan deprisa que cuando te das cuenta, estás utilizando esa herramienta que hace dos días era la encarnación del mal en la tierra. Y si no pregúntate las veces que se maldijo internet, las RRSS, los videojuegos y un sinfín de productos que consumimos con asiduidad.

 

 

El problema comienza entre otros con la intención, el enfoque y las temidas etiquetas. Nada nuevo por el mundo. Es posible que con tu buena fe te encuentres preparando un ungüento sanador de heridas que por la toxicidad de los componentes haga que el paciente entre en trance, comience a hablar en lenguaje alienígena y pese a curarle, te quemen por brujería. Puede darse el caso de que tu intención fuera envenenar a medio pueblo. Pero la planta del ungüento es la misma en ambos casos.

Hora del juicio: ¿Es por tanto el “estramonio” una planta maligna per se? Depende de su uso: lo puedes encontrar como planta medicinal o como veneno. También entra en juego quién lo manipule y la intención con la que lo use. Y eso precisamente es lo que está ocurriendo con las tecnologías que vienen para quedarse ¿son las criptomonedas las estafa de la estampita? ¿Los NFT’s no valen nada? ¿El metaverso esclavizará a la raza humana en un mundo ficticio?

 

 

 

Metaverso o serious games

La comunidad gamer nos mira de reojo con la ceja levantada cada vez que hablamos de “la nueva era digital”, “eventos megalíticos en remoto” o demás acepciones guays que llevan años experimentando a través de títulos como Minecraft, Fortnite o cualquier juego en línea que te permita entrar con un avatar e interactuar mientras luchas con varios jugadores al otro lado del globo. Vamos, que la rueda ya estaba inventada desde hace tiempo.

Entonces ¿dónde está la novedad? Que ya no es un juego. Y no lo es desde que no podemos vivir sin estar enganchados a una pantalla y sus continuas notificaciones. La dependencia al entorno digital es tal que un lavado de cara formal acompañado de una mayor inmersión era de esperar. Aunque no siempre lo predecible se acaba cumpliendo en el tiempo estimado. Meta ha tenido que echar el freno de mano lanzando su metaverso sin gafas de realidad virtual.

 

 

Una decisión totalmente comprensible puesto que los usuarios no estaban dispuestos a adquirir el pack completo con un apéndice ocular que pesa quintales y cuesta unos cuantos jornales. Este anuncio abre una nueva oportunidad y la competición para empresas que tengan en sus manos el desarrollo de gafas virtuales más ligeras y accesibles al público de masas ya que seguimos en la encrucijada de siempre, por muy bonito que me parezca tu proyecto o me facilita la existencia o me quedo con lo que tengo.

Mención especial a aquellos trabajos que requieran de programación y diseño interactivo, escenarios 3D, aplicaciones puente entre dispositivos… se nos ocurren muchos puestos dentro del desarrollo de mundos virtuales y aunque la inmersión completa aún está por ver si hay interés, hay negocio. Y si hay negocio pronto se estrenará en sus pantallas y en ese punto nos encontramos.

Pese a todo aún resuenan voces que corean aquello de “el metaverso me pilla un poco mayor” mientras preparan la coreografía en Tik Tok del 45º aniversario de la empresa. Spoiler: el futuro va más rápido de lo que crees y si no recuerda que Instagram era un terreno inútil de ocio y que nadie pagaría por anunciar su producto en una red de fotos. Pues eso.

 

 

NFT’s, criptoestafas y vuelta la burra al trigo

Volvemos al punto inicial pero esta vez con el San Benito de la desconfianza. Titulares como “el fraude del token de ‘El juego del calamar'” o “la mayor estafa piramidal con criptomonedas de España” hacen que desarrollar soluciones digitales con este tipo de tecnologías sea más complejo de lo esperado.

Porque seamos sinceros: si 8 de cada 10 titulares ante un tema tiene connotaciones negativas por estadística lo normal es que no te fíes de la herramienta. Hay que recordar que esta tecnología nació con Bitcoin en el seno de la anarquía y libertad absoluta con un un libro blanco que especificaba las instrucciones que obraría el milagro esperado. El dilema del libre albedrío es que cuando no nos miran con lupa nos volvemos un poco endiablados y comenzamos a usar la tecnología con fines poco éticos.

El problema con el que nos encontramos es que las leyes van un poco más lentas de lo esperado pero mientras tanto los pícaros de turno ya se ha hecho con medio mercado.

 

 

Sin embargo los NFT’s bien utilizados pueden garantizar la Propiedad Intelectual de una obra de forma digital, mejoran el proceso de adquisición de bienes, agilizan los trámites de compra entre dos o más desconocidos y lo que es más importante, una vez acordados todos los puntos establecidos en un contrato las condiciones se cumplen de forma automática sin necesidad de que un tercer árbitro esté pendiente del proceso.

 

 

Tecnologías que comienzan a madurar

Por suerte internet ofrece espacios de calma y debate dónde huir de ese caos infestado de peligros, estafas y demás advertencias en rojo que terminan por arrinconarte en casa mientras te envuelves la cabeza con celofán. Observamos que ciertas herramientas innovadoras comienzan a asentarse y obtener la confianza del público de masas insistiendo a fuerza de ejemplo.

 

 

Al igual que otras empresas, nuestro cometido en Code Contract es acercar la tecnología Blockchain a las empresas para solucionar problemas que ya existían y sin necesidad de saber que están utilizando herramientas disruptivas poder operar sin quebraderos de cabeza con la garantía de que su trabajo lo van a poder seguir realizando y además, de forma sencilla:

 

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“Hay veces que trasladamos el problema de una tecnología a otra y lo que queremos es usar la tecnología para que ese problema desaparezca. Necesitas también hacer un ejercicio de abstracción, desenamorarte de la tecnología y enamorarte de la solución.”  Unai Tapia CTO Code Contract -Clubhouse EducaCripto

 

“Cuando creas una transacción puedes añadir todos los elementos que necesitas para demostrar que fui yo, que fue eso lo que hice y cuándo fue el momento en el que lo creé. Esa es la gran potencia y la verdadera magia de la tecnología Blockchain” Unai Tapia CTO Code Contract -Clubhouse EducaCripto

 

“Estamos intentando ir un poco más allá de la certificación de una obra. Nos gustaría analizar qué se está hasheando y si esa obra que se está introduciendo en la red es original porque ya ha pasado con los NFT’s que se están registrando obras que existían previamente y pertenecían a otros autoresUnai Tapia CTO Code Contract – Clubhouse EducaCripto