Esta semana tuvimos la oportunidad de participar en el primer evento de Startups hispano dentro del metaverso de Microsoft y podemos asegurar con permiso de Arrabal, que el mileniarismo va a llegar.

Cierto es que todavía estamos dentro de una etapa temprana para la adopción del metaverso enfocado a grandes masas sobre todo si atendemos entre otros al apartado estético. No resulta atractivo de primeras tener una reunión en la que tu jefe parece un mii de Nintendo y tu compañera una friki sacada de una fiesta cyberpunk. Y lo decimos con conocimiento de causa porque de esa guisa vestimos a nuestros avatares en el metaverso y si no, echadle un ojo a este selfie:

 

 

 

Antes todo esto era campo

Pues sí, antes todo era un grid tridimensional expectante ante la llegada de props, luces, cámara y animación. Si has leído recientemente artículos sobre metaversos, es posible que te hayas topado en varias ocasiones con el nombre de Second Life, un auténtico adelantado a su tiempo que precisamente por la incomprensión del momento, cayó en desgracia.

 

 

No es que la idea no fuera buena, de hecho es la misma que en 2007 pero seguramente la falta de cultura digital, adopción, ordenadores poco potentes y problemas en la facilidad de conexión interglobal hicieran que los pocos seguidores que tenían fueran insuficientes ante un público que aún avisaba a su madre por SMS de que había llegado bien a casa. Ese creemos que fue el punto de su caída: no era todavía el momento.

¿Lo es ahora? Por lo pronto los focos han vuelto de nuevo al grid y esta vez tienen la atención de más curiosos. Además los juegos online, las reuniones virtuales y por qué no decirlo la necesidad-innecesaria de algunas empresas por estar conectados 24/7 han supuesto el caldo de cultivo perfecto para resucitar este escenario y hacerlo renacer de sus cenizas.

 

Facilítame la vida, no me la compliques

El principal escollo que vimos fue que si un evento in-situ es tenso para la entidad o persona que lo organiza, no os queremos ni contar cuando todo se desarrolla a modo virtual coordinando a una serie de protagonistas noveles a los mandos.

 

 

En pocas palabras, tu primera vez. Y todos sabemos cómo son las primeras veces, un saco de anécdotas para tomar cervezas. Aunque a priori el ser muchos newbies suponía una desventaja, el manejo de diferentes herramientas digitales tanto a nivel de ocio como laboral hace que esa curva de aprendizaje no sea muy complicada para el iniciado en Matrix y este punto precisamente es el que vemos más importante para decantarnos a favor del metaverso.

 

¿Quién está detrás?

Sabiendo quién es quién también en el terreno virtual, te será más fácil compatibilizar esas herramientas que ya tienes instaladas desde hace años y que facilitan aún más la entrada a estos mundos.

AltSpaceVR: Propiedad de Microsoft. Ni que decir tiene que si no dispones de una cuenta hotmail, outlook, etc tendrás que crearte una ex-profeso para entrar a su mundo. Tener un entorno en Microsoft te facilitará el aterrizaje, así que si utilizas Teams para reuniones virtuales quizás te encaje su sistema de meetings y posiblemente la sincronización de herramientas sea más rápida.

 

 

Meta: Se le pueden criticar muchas cosas al fundador de Facebook, pero quedarse al margen de la innovación no será una de ellas. Quiere ser el metaverso social por excelencia, los Sims 5.0 modo VR, no se hizo con Oculus en su día por capricho. El ecosistema lo tiene, el público también, la atención y el foco están de su lado pero… ¿podrá aguantar la presión de ser de nuevo el líder de la manada?

Por lo pronto ya tiene problemas en la transferencia de datos transatlántica, incompatible con la GDPR europea y eso nos hace sospechar que el uso indiscriminado de los datos a modo comercial es uno de sus pilares. No le gusta mucho que el usuario tenga tanta libertad de decisión, veremos cómo solventa ese primer obstáculo.

 

 

Decentraland: para los amantes de la propiedad privada, este es su metaverso. Un yo me lo guiso yo me lo como a lo Juan Palomo en toda regla. Soportada en la red Blockchain Ethereum, proporciona a los usuarios un mundo lleno de posibilidades los cuales llevan tiempo desarrollando. Quizás sea el mundo virtual que más nos acerque a un nuevo sistema económico interconectado cercano al flanco liberal sin peso gubernamental que se clamaba desde hace décadas en los foros más longevos.

Como entrada devuelve la autoridad a su creador al mismo tiempo que carga de poder al que más tiene. Un planteamiento que no gustará a muchos sobre todo cuando comience a sonar fuerte el concepto de que no… no hablamos de un videojuego, si no de una extensión virtual de nuestra propia vida.

 

 

 

Blockchain, calienta que sales

Es esta última red con base descentralizada la que sin duda ha despertado el foco de atención de las grandes marcas y no lo decimos a la ligera: JP Morgan decidió dar una vuelta y de paso, comprar un par de terrenos para montar una pequeña sucursal en la que sibilinamente informa a los viandantes de las oportunidades comerciales dentro del metaverso al mismo tiempo que destaca las bondades de una tecnología sobre la cual ha decidido apostar.

 

 

No eligió un metaverso con base Blockchain por casualidad: el papel de esta tecnología puede ser crucial para determinar la trasparencia en el intercambio de información entre todos los participantes dentro del mundo digital. Y quién dice información dice activos y quién dice activos dice valores. Un nuevo mercado de valores en el que la importancia de saber a quién pertenece qué y en qué momento es esencial para garantizar un flujo dinámico e interconectado sin necesidad de esperas o controles que dilaten aún más nuestro querido tiempo.

Es precisamente este reto y otros, como el de la identidad digital en Blockchain el que tratamos en el bautismo metavérsico de la mano de nuestro CEO Sergio Gallastegui