Ampliación del canal de Suez

Ayer nos despertamos con una noticia que si bien ha pasado desapercibida debido en parte a la prioridad de la actualidad, supone un alivio para la logística internacional: El canal de Suez será ensanchado y aumentará su profundidad para evitar episodios de caos como el del carguero Ever Given el pasado 23 de marzo.

A priori no llama mucho la atención es una simple ampliación derivada de un problema anterior: lógico, podríamos pensar. Sin embargo el punto de inflexión que supuso tener un buque de dimensiones titánicas encallado durante una semana, desembocó en un efecto dominó con la paralización casi total de la cadena de suministros a nivel mundial.

 

Crisis del Ever Given

¿En qué se traduce esto? En que el bloqueo de mercancías por la causa que sea supone un coste millonario. Para tener una estimación aproximada de las dimensiones económicas según Maritime Executive, la factura mundial ascendía a la nada irrisoria cantidad de 400 millones de euros por hora. En palabras de nuestros abuelos, una barbaridad sin precedentes.

 

 

Análisis del bloqueo en el tráfico marítimo mundial

Es por ello que la importancia de que una cadena de suministros desde su origen hasta su final esté controlada al milímetro se torna más que esencial. Esta experiencia anecdótica para muchos y una ruina total para otros, expuso la fragilidad en la coordinación de los actores corresponsables dentro de la cadena: que si el buque tenia las dimensiones del Empire State, que si el canal era estrecho, que si no hay maquinaria capaz de desatascar semejante mastodonte… sea quién sea el culpable, si algo nos ha enseñado esta experiencia es que un retraso en la entrega de mercancías conlleva un coste que irremediablemente repercutirá en nuestros bolsillos.

¿A mí? ¿Y yo qué culpa tengo? Te preguntarás con razón. Es la misma reacción de los clientes de los 13.000 contenedores que iban a bordo, los cuales tuvieron que pagar más por obtener su mercancía tarde, e incluso participar en el pago de daños de unas indemnizaciones que ya se tornan millonarias. Sin contar que el atasco tuvo que desviar navieros por otras rutas más largas lo que significa más tiempo, más combustible y más costes, unos costes que a la larga se traducirán en una subida de precios en el mercado.

 

Trabajando codo con codo internacionalmente

La ampliación del Canal de Suez es sólo el punto de partida ya que muchas empresas han visto que la importancia de saber detectar al momento el problema, localizar tu mercancía en caso de atasco y conocer a tiempo real la congestión del tráfico marítimo, puede minimizar el impacto económico del viaje. Recordemos que muchos buques se vieron en la imperiosa necesidad de buscar una ruta alternativa (como Colón de viaje a las indias) como remedio para salvar los costes acarreados del tapón.

Enviar una notificación a tiempo al capitán de tu buque puede evitar que navegue hacia el problema y busque un plan B. Eso no significa que se encuentre con otro obstáculo a solventar: la entrega de documentación una vez llegado a un puerto desconocido. Un sistema de documentación automatizada, digitalizada y con validez a nivel internacional, puede solventar ese pequeño bache en tan sólo unos minutos.

 

 

Reto de la nueva industria 4.0

Este cambio de paradigma supone un desafío en la digitalización de la logística a nivel internacional. Puede parece anecdótico a estas alturas de la vida que mucha de la documentación que hoy en día se muestra como prueba de que la mercancía llega en buen estado, en ocasiones siga entregándose en formato físico (papel) con procedimientos manuales, provocando errores en la entrega y recepción de la misma.

Además la globalización, el incremento de los tipos de flujo, las diversas normativas, hacen de este complejo sistema una auténtica trampa burocrática para las empresas que se encuentran inmersas en un continuo proceso de auditorias para garantizar la fiabilidad de sus productos. Es por ello que en Code Contract nos sumamos al reto de la digitalización y lo hacemos desde el mismo punto de partida del que nace este post: el mar.

Con el desarrollo de Trackline, nuestro software de trazabilidad sustentado en la tecnología Blockchain, hemos conseguido que empresas como Albacora y Pevasa confíen en un producto que optimiza la trazabilidad del atún desde su pesca hasta su descarga portuaria. Esto nos ha permitido una mejora de las transacciones comerciales, acelerando los procesos administrativos y facilitando así el intercambio de valor sin depender de una institución arbitraria. Todo ello gracias a la automatización de la cadena de suministros en la cual los agentes implicados reciben notificaciones automatizadas del proceso a través de un intercambio fluido de una documentación previamente digitalizada ahorrando así, tiempo y coste.

Un proyecto que ha sido presentado en el marco de Puertos 4.0. como impulso en la mejora de la logística portuaria en nuestro país. Sin duda un reto de lo más actual que supone un desafío sin precedentes y que nos lleva a la conclusión que se repite a lo largo de los años: El tiempo es oro, no lo malgastes.